Querido Hígado
Te escribo la presente, ya que últimamente he pensado mucho en ti.
Hago memoria y me encuentro que desde mi 4 semana de gestación, cuando apenas era un embrión de 2.5mm te empezaste a formar en mí. Bueno esto de la memoria es un decir, lo sé porque lo aprendí en mi clase de embriología y recién lo fui a repasar.
La verdad es que yo como la mayoría de las personas en nuestro diario ir y venir olvidamos lo importante que eres y cuan agradecidos debíamos estar ante tú magnifica función. Y es que ante tus hermanos órganos el corazón y el cerebro parecieras no ser tan importante. Pero cuan falso es esto; es más eres el hermano mayor en tamaño. En mi andarás pesando 1kilo 100grs; pero en personas de más talla puedes llegar hasta el 1,500, frente al cerebro que mide entre 1000 y 1200grs y el corazón que mide entre 280 y 340 grs. En realidad eres el más grande de los órganos del cuerpo humano. Y tus 20 a 25 cm de longitud no son nada despreciables.

Si todos estuviéramos conscientes de todas las funciones que realizas como: Formación y excreción de bilis, metabolismo de carbohidratos, metabolismo de grasas, metabolismo de proteínas, coagulación de la sangre, metabolismo de vitaminas, destoxificación, fagocitosis e inmunidad, vaya que te valoraríamos y te cuidaríamos más. Pero eres tan noble que pese al mal trato aguantas mucho. Empezando por que el grueso no cuidamos nuestra alimentación y hay quienes hacen de la ingesta alcohólica casi un deporte compitiendo a ver quien aguanta más, sin saber cómo te están dañando.
Por ejemplo los que ingieren pulque hasta sonríen al decir que al pulque solo le falta un grado para ser carne; cuanta falta de conocimiento en mis queridos congéneres.
Y al decirte esto me he acordado, ahora si porque está más reciente y además me cimbró. De un paciente con cirrosis hepática que muriera en el Servicio de Urgencias de mi querido Hospital Juárez donde me formé como Médica Interna, y te cuento que me cimbró, porque llego con un sangrado de tubo digestivo que fue imposible parar, aun recuerdo la bandeja llena de sangre. ¡Ah¡ pero eso no fue todo, encima de esto mi residente de esa ocasión me mando a dar la funesta noticia a los familiares( era la primer noticia que yo daba en mis funciones de Medica Interna) y aunque traté de hacerlo de la mejor manera fue terrible, me tuve que contener, porque casi que me pongo a llorar con los familiares.
Mi relación contigo en mi quehacer médico ha seguido, también recuerdo el fallecimiento de un niño de 14 años que muriera por una hepatitis fulminante. Hoy al tiempo aun me cuestiono como de una hepatitis A derivo a una hepatitis fulminante y me pregunto ¿sería que tenía flora intestinal patógena?¿ ingeriría fármacos en dosis altísimas que lo llevo a este cuadro?. La respuesta a este tipo de cuadros aun no se ha dilucidado en un 100%. También me acuerdo de un paciente varón como de 70 años que un día llego a la consulta y que al palparle el abdomen, que te encuentro crecido por debajo de su área costal derecha y muchos centímetros, le pregunte si no se había dado cuenta y me dijo que no, Hoy todavía no entiendo porque las personas no se tocan, se evitarían tantas complicaciones. Al realizarle los estudios al referido señor se detectó cáncer en ti muy avanzado.

Y claro que todos los seres humanos te recordamos, cuando te enfermas. Pero lo importante sería que antes de eso te cuidáramos más, que aprendiéramos a limpiarte. Y no lo vas a creer pero yo no tiene mucho que aprendí a hacerlo. Haz de saber que eso no nos lo enseñan en la Facultad.
Afortunadamente a mi me ha dado por seguir aprendiendo, y no solo lo que la Medicina Oficial enseña, sino poniendo atención a nuevas investigaciones que desafortunadamente no salen a la luz; porque en ocasiones vulneran intereses económicos farmacéuticos o bien de la industria alimentaria. También he regresado a poner atención a los que nuestros ancestros hacían para tenerte sano a ti y a nuestro cuerpo y que desafortunadamente se ha olvidando.
Bueno hoy con orgullo te puedo decir que ya te estoy cuidando, Que te estoy limpiando y que haré todo lo posible para que sigas sano. Y no solo eso te prometo que esto que he aprendido lo pondré al servicio de mis semejantes, para que tú en ellos sigas trabajando y bien.
Gracias por ser quien eres por acompañarme y servirnos a todos los seres humanos. Gracias querido HIGADO.
Tuya tú amiga y fiel admiradora. Dra. Lilia Piliado Yáñez.